En tiempos actuales, el periódico o las revistas dejaron de ser el principal medio de entretenimiento al momento de ir al baño. A veces ir al sanitario podría tomarnos una cantidad considerable de tiempo, por lo que sentimos la necesidad de aprovecharlo de alguna forma, sin tener que estar únicamente sentados mirando los colores y las texturas de los mosaicos que tienen nuestras paredes.
Además, la sociedad en la que vivimos se encuentra sometida a una constante interacción social a través de las redes, en la que como tal no hay interacción, irónicamente.
Llevar nuestro smartphone al baño se ha vuelto tan indispensable como el papel higiénico, ¿ir al baño a cumplir nuestras necesidades sin un celular en la mano? Podría hasta sonar de locos. Incluso se han dado casos en los que las personas ya terminaron de realizar lo propio, pero se quedan sentadas durante minutos más solamente por estar viendo el celular.
Y en realidad no hay nada relevante qué ver en el celular, mientras que antes por lo menos los periódicos nos informaban durante pequeños ratos, ahora la gente dedica su estancia en el baño revisando sus redes sociales, gastando y desperdiciando su tiempo ingenuamente.
Por muy simple y trivial que pudiera parecer este fenómeno, la realidad es que engloba una situación totalmente compleja. Desde problemáticas con la salud, hasta complicaciones sociales.
Todos en más de una ocasión hemos utilizado al baño como un refugio para evadir reuniones familiares, quizá no nos sentimos cómodos con la tía inoportuna y prejuiciosa que no hará más que preguntar: ¿dónde quedó tu novio o novia? ¿por qué no estás estudiando? ¿a qué te piensas dedicar? y todas esas interrogantes que únicamente molestarán y presionarán, como si la vida de la tía estuviera resulta por completo.
Al mencionar lo anterior, es normal que cualquier ser humano busque un escape de su realidad en el baño a través del smartphone, y no está mal, pero lo que realmente llama la atención es la inconsciencia con la que lo hacemos; es verdaderamente alarmante y deprimente que nuestra escapatoria sea estar en la taza durante horas viendo a nuestro dispositivo inteligente.
De igual manera, hay relaciones sentimentales que hasta buscan huir de su pareja con el fin de estar en el baño para contestar mensajes o hacer cosas “indebidas”. Es un hecho que el baño esconde los más profundos y oscuros secretos.
Por otro lado, dejando de lado la situación social, llevar el smartphone al baño podría conllevar a grandes riesgos a la salud. Los dispositivos móviles no solo sirven para entretener, comunicar o informar, sino que también fungen como grandes almacenes de bacterias y hongos y… el baño no es precisamente el lugar más higiénico del mundo.
Además, si a eso le sumamos que gran parte de la población no acostumbra a lavarse las manos después de ir al baño, los dispositivos podrían estar completamente contaminados de agentes patógenos. Según un estudio publicado por la Universidad de Stanford, la pantalla de un celular táctil puede albergar hasta 18 veces más bacterias que las que hay en un baño público.
A su vez, hay quienes muerden o chupan sus propios smartphones, o sea que las bacterias van directamente al organismo. Quizá suene muy conspiratorio, pero paulatinamente esto podría ocasionar una baja de defensas y, en su defecto, una enfermedad. A lo mejor podríamos pensar que nuestros hábitos de limpieza son los mejores, pero no sabemos los de otras personas, quienes probablemente van saliendo del baño, sin haberse lavado las manos, dejando expuesta la bacteria E.Coli, la cual se encuentra en los intestinos y heces fecales.
No solamente nos encontramos vulnerables a contraer una enfermedad en las vías respiratorias, o a una simple infección estomacal, sino que también podríamos correr el riesgo de contraer algo en la piel, o insuficiencias renales. Si bien la exageración higiénica tampoco es buena, deberíamos comenzar a fijarnos en estos detalles que aunque parezcan insignificantes, pronto podrían sorprendernos con algo lamentable. Todo sea por el bienestar personal.
Como este hábito difícilmente será erradicado, científicos recomiendan que utilicemos fundas, y que cada día limpiemos con algodón y alcohol a nuestros dispositivos móviles, así como utilizarlo en la mano izquierda (o diestra en caso de los zurdos).
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